La turbera elevada de Leckermoos, en Baja Austria, es un impresionante paisaje de páramo que fascina por su naturaleza prístina y su singular flora y fauna. Un sendero circular con paneles informativos recorre la turbera y ofrece interesantes datos sobre este delicado ecosistema. Los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera única de la turbera y admirar el paisaje montañoso circundante: un lugar ideal para practicar senderismo y observar la naturaleza.
La reserva natural de Leckermoos abarca una superficie total de 25 hectáreas. La turbera elevada fue renaturalizada entre 2004 y 2006, tras haber sufrido previamente una importante intervención humana.
En 2006 se inauguró un sendero para visitantes alrededor del humedal. Un total de 11 estaciones y paneles informativos ofrecen datos interesantes sobre la formación de la turbera elevada. Se prestó especial atención a que fuera apto para niños.
A las 10:15 aparcamos en el estacionamiento, donde también hay un baño. La ruta circular comienza en el panel informativo. Un sendero estrecho continúa a la derecha, pasando junto a él. Hay paneles informativos a lo largo del sendero a intervalos regulares. Después de unos minutos, se gira hacia una pista forestal, que se sigue recto. Para ser más precisos, se recorre toda la pradera en sentido contrario a las agujas del reloj por esta amplia pista forestal.
El bosque es precioso en todas partes; sin embargo, hubiéramos preferido alojarnos bajo tierra. Sendero de aventuras Esperábamos algo más. A pesar del mal tiempo (no es de extrañar, esta región de los Alpes Calcáreos del Norte es una de las zonas más lluviosas de Austria), disfrutamos de nuestro paseo, pero aparte de algunas babosas, no experimentamos mucho.
Tras unos 45 minutos, por fin se llega a una pasarela de madera, de esas que siempre anuncian para el páramo, que se adentra en la ciénaga. La pasarela atraviesa un bosque de pinos enanos y continúa durante unos minutos dentro de la ciénaga. Al final, la recompensa es una vista preciosa. Ante ti se extiende el lago oscuro, el llamado... „"Moorauge"“, en el centro del páramo.
Regresamos y seguimos el camino forestal. Después de aproximadamente una hora, llegamos de nuevo al aparcamiento.
Incluso en los meses más fríos, la turbera elevada de Leckermoos conserva su encanto. El paisaje se transforma en una escena invernal de cuento de hadas, donde la nieve y el hielo bañan el páramo en una atmósfera casi mística. El sendero circular suele ser accesible en invierno, aunque se recomienda llevar calzado resistente o raquetas de nieve según las condiciones de la nieve. El „ojo de la turbera“ helado, que brilla bajo el sol invernal, es particularmente impresionante. La quietud del bosque nevado convierte la caminata en una experiencia natural realmente especial.
| día | Horario de apertura |
|---|---|
| Lunes | Abierto las 24 horas |
| Martes | Abierto las 24 horas |
| Miércoles | Abierto las 24 horas |
| Jueves | Abierto las 24 horas |
| Viernes | Abierto las 24 horas |
| Sábado | Abierto las 24 horas |
| Domingo | Abierto las 24 horas |