El osario de Tulln, justo detrás del Iglesia parroquial de San Esteban Situado en Tulln, este impresionante osario medieval sirvió en su día como cementerio. Con su arquitectura románica y su estructura de dos plantas, el osario constituye un importante testimonio de la veneración a los difuntos en la Edad Media. Hoy en día, atrae a visitantes que desean conocer mejor la historia de las costumbres funerarias en Tulln.
Justo detrás del Iglesia parroquial de San Esteban, el edificio románico tardío de osario de Tulln. El edificio llama la atención de inmediato por su planta de once lados. Esta forma parece derivar de un edificio religioso en Jerusalén, donde se encuentra una estructura muy similar. El edificio fue erigido alrededor de 1240/50, probablemente por encargo del último duque Babenberg, Federico II, a un taller de construcción normando.
Hasta 1785, el sótano del osario sirvió como osario para los restos exhumados del cementerio, que la iglesia parroquial de la ciudad antiguamente rodeado. El piso superior es un capilla del cementerio. Uno de los puntos destacados es la entrada al osario, un magnífico portal románico en forma de embudo.
El osario es circular por dentro y está cubierto por una cúpula. Las pinturas están dispuestas de tal manera que, vistas desde el altar, transmiten un significado religioso. De espaldas al altar, a la derecha, el lado del bien, se ven las vírgenes prudentes del Evangelio. Sus frascos de aceite están llenos y los llevan con la abertura hacia arriba. Santa Catalina, la Adoración de los Magos y el hombre coronado con la corona de la vida eterna representan el Cielo, al que entran las vírgenes prudentes.
A la izquierda, del lado del mal, se ven las vírgenes insensatas: llevan sus cántaros vacíos, boca abajo, con la abertura hacia abajo, y el diablo las conduce al infierno. Frente al altar, se ven los espíritus infernales, y también se representan aquí los vicios humanos.
El exceso es claramente reconocible, sobre todo en la figura con el barril de vino.
En el ábside se observa a Cristo juzgando; junto a él, un ángel con una espada (el juicio) y otro con una cruz (la redención); delante de ellos, María y Juan. Sobre el ábside, se representa a Miguel luchando contra los dragones infernales. Las pinturas, por tanto, representan el Juicio Final, la división de la humanidad entre el bien y el mal. Debajo de las pinturas discurre una banda con criaturas míticas. https://erleben.tulln.at)
El osario está abierto todos los viernes y sábados de 14:00 a 16:00 horas durante los meses de julio, agosto y septiembre.
Fuera de este horario, es posible concertar una visita a través de la oficina parroquial (Tel.: 02272 623380). El horario de atención es el siguiente: lunes de 9:00 a 10:00 o jueves de 15:00 a 16:00.
Fotografías de interiores © Johann Bomüller